Los mascotas, un bien para la vejez
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ToggleLos animales son una excelente compañía para los ancianos
«La soledad en la vejez puede ser un desafío para muchos. Sin embargo, la presencia de mascotas puede marcar una gran diferencia en la vida de las personas mayores.»
La compañía de una mascota brinda un consuelo sin igual a aquellos que pueden sentirse solos.
La rutina diaria de cuidar a un animal, ya sea un perro o un gato, es una excelente idea para mantenerse activo y en buena salud física, mental y emocional, más tratándose de personas mayores.
El simple acto de acariciar a un gato o de pasear a un perro no sólo proporciona compañía, sino que también puede elevar el estado de ánimo y reducir el estrés.
De hecho, la fidelidad que un animal nos brinda en casa a medida que nos hacemos mayores es un lujo que hay que disfrutar.
Según los estudios realizados a lo largo de estos años, la convivencia con una mascota ayuda a reducir la soledad y la depresión.
Entre las mascotas más comunes encontramos los gatos y los perros, pero también los conejos, las tortugas, los peces o los pájaros pueden ser buenos compañeros.
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¿Cuáles son las ventajas de tener una mascota durante la vejez?
Apoyo emocional
«Las mascotas no sólo son excelentes compañeros, sino también facilitadoras de valiosas conexiones sociales para las personas mayores»
Para las personas mayores que durante el día viven solas o pasan muchas horas sin compañía, los animales son una buena opción.
Compartir el día a día con una mascota ayuda a sobrellevar la soledad, a mejorar el estado de ánimo pero también a salir de casa, y por lo tanto, a relacionarse con otras personas.
La conexión emocional con una mascota pueden dar lugar a un nuevo significado a la vida diaria que puede ser muy reconfortante para una persona mayor.
En este aspecto, un animal de compañía ofrece un propósito tangible y ayuda a mantener la mente activa.
Estimulan la actividad física
«Cuidar de una mascota no sólo trae alegría emocional, sino que también contribuye significativamente a la salud física y mental de las personas mayores.»
No cabe duda que la actividad física es clave para mantenerse saludable.
Contar con un perro que nos motive a salir de paseo, o con un gato, con el que podamos jugar en nuestra casa, promueve el ejercicio físico y la movilidad, fortaleciendo los músculos y estimulando la circulación.
Del mismo modo, antes de comprarle un perro a tu padre o a tu madre averigua primero qué raza es más tranquila, más casera o más cariñosa. De esta forma encajará con las capacidades y la personalidad de la persona y se podrán hacer grandes compañeros.
Fomentan la responsabilidad
«La presencia de animales en la vida diaria de las personas mayores brinda un renovado sentido de propósito y estructura»
Cuidar de una mascota establece una rutina diaria que puede ser fundamental para aquellos ancianos que se puedan sentir perdidos en su día a día.
Los animales necesitan una atención y unos cuidados constantes. Hay que limpiarlos, comprarles comida, medicamentos, darles de comer, etc.
El acto de alimentar, de jugar y de cuidar de un animal doméstico proporciona una responsabilidad a las personas mayores que les hace sentirse útiles, algo muy positivo para su bienestar emocional y para su salud mental.
Te hacen sentir más seguro
«Las mascotas no son sólo compañeras leales, sino también guardianes de la salud física y mental en la vejez»
Los animales, además de ser buenos compañeros, son una protección para las personas que viven solas.
Si hay alguien que nos espera, volver a casa se hace más agradable y de esta forma las personas mayores se sienten más seguras.
De hecho, los ancianos con capacidades limitadas corren un riesgo añadido en su seguridad.
Los perros entrenados pueden ser de gran ayuda en estos casos. Pueden advertir de un peligro en una determinada situación: si algo se está quemando, si el dueño se encuentra mal, si entra un ladrón en la casa, etc.
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Residencia privada Moll de la Fusta en Santa Coloma de Gramenet
Nuestra residencia de mayores es el resultado del trabajo de un equipo de profesionales comprometidos con sus residentes
Nuestra Residencia Moll de la Fusta está ubicada en Santa Coloma de Gramenet, concretamente en la Av. Anselm Clavé de Riu.
Es una de las residencias de Santa Coloma de Gramenet privadas más conocidas.
Es un centro geriátrico céntrico y accesible con transporte público, ya sea en coche, en autobús o en metro: ver información.
Es una de las residencias privadas que encontrarás actualmente en Santa Coloma de Gramenet.
El centro dispone de todas las comodidades para que los mayores consigan disfrutar de un entorno agradable y de la calma y el reposo que necesitan.
Además, disponemos de unas instalaciones de calidad, adaptadas a las necesidades de movilidad de los residentes.
De esta forma conseguimos que nuestros mayores se sientan seguros y autónomos en todo momento.